Finalista de los Trofeos INPI en la categoría "Exportación", Infaco fue la primera empresa familiar del mundo en fabricar podaderas eléctricas, allá por 1985. Hoy, la empresa distribuye sus herramientas a viticultores, olivicultores, arboricultores y paisajistas en más de cuarenta y cinco países de todo el mundo.
Conozca a Davy Delmas, director de la empresa.
Davy Delmas: Todo empezó en el sótano de la gasolinera de mis abuelos. Mi padre, Daniel Delmas, era un inventor en ciernes y en 1984 sus amigos viticultores de la zona de Gaillac le pidieron que les ayudara con sus tendinitis. Desarrolló la Electrocoup, la primera tijera de podar eléctrica del mundo, que iba a revolucionar el tedioso trabajo de la poda de la viña, ¡que suponía alrededor de un millón de cortes por temporada! La aventura INFACO comenzó en el invierno de 1984-1985, cuando su innovación fue lanzada al mercado con gran éxito entre los profesionales.
D.D.: Una de las principales razones por las que nuestras innovaciones funcionan tan bien es que son colectivas. Nos inspiramos en los métodos del design thinking [1] para que nuestro proceso de innovación sea eficaz: no trabajamos solos en nuestro rincón, sino creando un clima de creatividad, tanto con nuestros clientes como con nuestros socios industriales. Todo se basa en una relación a largo plazo, y capitalizar la experiencia es fundamental.
[Es un enfoque de diseño calcado del de los diseñadores, que se centra en el usuario y sus necesidades.
D.D.: La protección industrial es una de nuestras principales preocupaciones. Todos nuestros productos actualmente en el mercado están protegidos por una o varias patentes en vigor a nivel internacional. Esto supone una auténtica barrera de entrada para nuestros competidores, lo que nos permite mantener nuestro liderazgo tecnológico y nuestras ventajas comerciales. Un ejemplo de ello es nuestra última innovación, ¡única en el mundo! - que aumenta la seguridad de los operarios durante las operaciones de corte.
Además de la tecnología, también protegemos el diseño de cada producto registrando los modelos y nuestra imagen con la marca INFACO protegida.
D.D.: El INPI nos ha ayudado a reforzar nuestra estrategia de presentación de patentes gracias al diagnóstico de la propiedad intelectual. De hecho, hemos tomado conciencia de la importancia de realizar búsquedas del estado de la técnica desde el inicio de nuestros proyectos, para asegurarnos la libertad de explotación y decidir la conveniencia o no de presentar una solicitud de patente.
También hemos reforzado nuestra capacidad para capitalizar la experiencia con la ayuda del cuaderno de laboratorio firmado, una verdadera herramienta para demostrar la posesión de conocimientos, que resultó útil en un caso reciente relacionado con una innovación digital.
Por último, el INPI nos está ayudando a coordinar mejor nuestra propiedad intelectual con los requisitos legales para las invenciones de los empleados.
D.D.: La reparabilidad y el mantenimiento de nuestras herramientas están integrados desde la fase de diseño. Es una auténtica garantía de calidad y durabilidad. Pero hacer frente a la obsolescencia de los componentes, sobre todo en el ámbito de la electrónica, es también un verdadero reto que afrontamos cada día. De hecho, hoy en día somos el único fabricante del mundo que garantiza un servicio posventa para equipos de más de 25 años. Esta búsqueda de rendimiento y longevidad nos ha llevado a desarrollar diseños de productos únicos, muchos de ellos patentados.
D.D.: Satisfacer al cliente-usuario es nuestro leitmotiv desde hace 40 años. Para lograrlo, nos esforzamos en diseñar herramientas cada vez más eficaces, ligeras, rápidas y seguras. Nuestro principal objetivo es facilitar el trabajo de los profesionales. Internamente, para nuestros empleados, queremos preservar nuestros auténticos valores familiares, a pesar del crecimiento de la empresa y de su posición como líder del mercado.
D.D.: ¡Pionero, excelencia, global!