Con un tercio de su superficie dedicada a espacios verdes, la capital de Angers ostenta desde 2014 el título de "ciudad más verde de Francia", otorgado por el Observatoire des villes vertes. Su patrimonio paisajístico, mantenido por más de 200 jardineros, se reparte entre parques, jardines y entornos seminaturales.
Este miércoles por la tarde, mientras niños y adolescentes disfrutan de los primeros días de primavera a orillas del lago de Maine, Sébastien y sus colegas jardineros tienen mucho trabajo por delante. Con las fuertes lluvias de los últimos días, la vegetación ha crecido mucho", explica Sébastien, que trabaja para la ciudad de Angers desde hace 20 años. La primavera es un periodo intenso porque tenemos que segar, desherbar y podar mucho. En invierno, nos ocupamos sobre todo de recortar los setos, lo que está prohibido en primavera y verano para no molestar a los pájaros que anidan".
Ocho equipos de jardineros se reparten las 1.548 hectáreas de espacios verdes de la capital de Angers. Entre ellos se encuentran pulmones verdes como el Lago de Maine, el estanque Saint-Nicolas y el parque Balzac, que suelen estar situados en las afueras de la ciudad, así como jardines en el centro, como la explanada Jean-Turc y el ineludible Jardín del Correo. Cada ciudadano angevino se beneficia de 100 m2 de espacio natural, el doble de la media nacional.
Actualmente hay 110.000 árboles pertenecientes a más de 200 especies diferentes. Para mantener un paisaje tan extenso, los jardineros disponen de diversos equipos, como cortacéspedes, cortasetos, motosierras y podadoras eléctricas. Estas últimas son especialmente populares, ya que "descargan los músculos de los brazos" y reducen el riesgo de trastornos musculoesqueléticos. Tenemos que trabajar más porque los movimientos son repetitivos", explica Sébastien. También podemos fijar las tijeras de podar a un poste para acceder con seguridad a las ramas altas".
Con un plan director para los paisajes de Angers y un plan Naturaleza en la Ciudad, Angers mantiene ahora el 100% de sus espacios públicos sin utilizar productos fitosanitarios. Aplica dos tipos de métodos alternativos: preventivos y curativos. Los métodos preventivos consisten en ocupar el suelo para evitar el desarrollo de malas hierbas. Una mayor densidad de plantación, el acolchado del suelo y la plantación de vegetación en los espacios abiertos contribuyen a limitar los costes de mantenimiento.
En cuanto a los métodos curativos, los jardineros recurren regularmente al desherbado manual y al barrido mecánico. Esto afecta a las zonas que aún no se han adaptado al uso de un tractor equipado con cuchillas, o que no pueden serlo. Además de utilizar técnicas alternativas, la ciudad ha clasificado sus espacios verdes en tres niveles de tolerancia a las malas hierbas, e intenta concienciar a los vecinos de la necesidad de aceptar la flora espontánea.
"Prestamos mucha atención al clima y elegimos las especies de árboles que plantamos en función de su carácter local y sus necesidades de agua", añade Sébastien. Gracias a su centro municipal de horticultura, Angers autoproduce una gran parte de las plantas plantadas en sus espacios verdes. El vivero produce cada año 10.000 arbustos y 5.000 crisantemos. También cultiva 1.000 árboles, en contenedores o en el suelo. Los invernaderos producen 300.000 plantas con flor.
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