Para los profesionales de la viticultura, utilizar un equipo lo más ligero posible debe ser una prioridad. Este peso se lleva a la altura del brazo y, a largo plazo, puede provocar problemas musculoesqueléticos y/o trastornos en los hombros. Actualmente, en el mercado de las podadoras eléctricas, las hay con batería incorporada y con batería a distancia:
Es una diferencia mínima de 242 gramos, que pesa mucho en un día de trabajo. La dificultad de un trabajo se mide teniendo en cuenta la intensidad del trabajo (es decir, el peso cargado) multiplicado por la repetibilidad. En otras palabras, ¡puede ser mucho más difícil cargar 242 gramos durante todo un día, a lo largo de varios meses, que 20 kg una sola vez!
El mundo agrícola se ve especialmente afectado por los accidentes laborales. Según un informe de la MSA de 2018, casi una cuarta parte de los accidentes laborales agrícolas están causados por herramientas manuales de corte motorizadas, entre las que se encuentran las tijeras de podar eléctricas. Además, uno de cada cuatro accidentes con tijeras de podar eléctricas se considera grave. La viticultura, en particular, presenta un índice de frecuencia y gravedad de accidentes superior a la media, debido principalmente a la naturaleza polivalente del trabajo. Los principales riesgos inherentes al trabajo son los trastornos musculoesqueléticos (comentados anteriormente) y el riesgo de cortes. Estos riesgos se reducen completamente utilizando la F3020 con la opción sin contacto. La opción de seguridad Contactless garantiza una mayor seguridad del usuario, y para los empresarios supone una reducción del riesgo de accidentes y, en consecuencia, de las bajas laborales.
En un sector en el que la contratación es complicada, el argumento de la comodidad y la seguridad en el trabajo debe seguir siendo esencial: los empleados que se sientan cómodos y protegidos trabajarán con mayor serenidad.